Ira
(fantasmas del pasado)
¿Por
qué volvéis ahora a mis brazos?
Cuando
os ofrecí la apuesta arriesgada,
la
hoja en blanco o el salto al vacío
dijisteis
que no.
Dijisteis
que no
cuando
a contracorriente y yo
éramos
sinónimos,
cuando
todo parecía pequeño
y las
segundas oportunidades
se
quedaban en la lengua.
El no
fue siempre fácil,
que
se arriesguen otras,
‘padre aparta de mí este cáliz’
que
de este vaso no beberé.
El
tiempo pasa y hay heridas que no cura la lluvia.
Y
ahora, cuando volvéis,
preguntáis
si fue vuestro el fallo
o si
fue el dado del dado del destino
al no
sacar el as de corazones.